miércoles, 7 de marzo de 2012

Mensaje de Yeshua ~ El Cristo que despierta



Yeshua
El Cristo que despierta
Canalizado a través de Judith Coates
5 de febrero del 2012

Amado, hemos hablado a lo largo de los años de muchos conceptos, conduciéndote hasta el punto donde te encuentras ahora en tu comprensión de Quién y Qué eres. Te hemos dado pistas a lo largo del camino, ideas con las que jugar, conceptos que han expandido tu mente y tu comprensión; preguntas algunas veces, las cuales te han puesto a pensar por tanto tiempo y tan intensamente que finalmente te has cansado de pensar y has permitido que el corazón sepa la respuesta; en otras palabras, que sienta la paz y la alegría del Cristo.

Cada vez que eliges reconocer el poder del Cristo en ti, cambias la frecuencia vibratoria de la conciencia colectiva y le permites que ascienda. Y ciertamente, en algún punto la consciencia colectiva va a despertar y va a sentir una ascensión. Algunas veces los cuerpos también lo sentirán y habrá una ascensión física, pero esa no es la meta importante. Eso puede ocurrir, porque llegarás a ese lugar donde todo se disuelve en la Luz y ya no necesitas ni quieres el cuerpo, y estás tan ligero que asciendes. Pero esa no es, como he dicho, la meta.

La meta es despertar al lugar donde tienes el momento divino y sabes, verdaderamente sabes, que “Yo Soy El Que Yo Soy, el que siempre he sido. Yo Soy el Cristo, y yo celebro el Cristo en mí y - porque no hay separación - el Cristo en cada persona que encuentro.”

A cada persona que encuentras la has invitado a estar en tu consciencia, a estar en tu conocimiento. Cada persona que encuentras es de la misma energía y del mismo material que tú. Cada uno es el Cristo, bien sea que lo sepa o no. Y tú, a medida que pasen los días, vas a estar reconociendo cada vez más Cristos caminando, interactuando contigo, hasta el punto en que vas a estar sonriéndoles y dándoles la bienvenida.

Hemos estado hablando en previas oportunidades acerca de los cambios que están ocurriendo y de los cambios que se anticipan para este año. Y habrá cambios; ya están ocurriendo. Hemos hablado de la separabilidad, donde lo que no es de Luz se está mostrando e invitando a la Luz a brillar sobre él.

Estás en un punto donde estarás sintiendo los cambios, y algunos de ellos se sentirán bien y los entenderás. Algunos otros requerirán que respires profundo y te coloques en el lugar neutral del Observador por un momento o más tiempo a fin de ver cómo podrían ellos conducir a la Reconciliación, a la realización de la Integración.

Pero algunas veces vas a tener que tomar más de una respiración profunda. Así que te sugeriría que en este año que viene reúnas, tanto como sea posible, a personas de mentalidad similar que apoyen tu conocimiento del Cristo, que apoyen tu sistema de creencias y el moldeado y cambio de ese sistema de creencias conforme ellos moldean y cambian sus sistemas de creencias.

Tan frecuentemente como sea posible, busca a las personas que sean de mentalidad similar. Ahora, sé que vas a estar caminando entre hermanos y hermanas que pueden no usar el mismo lenguaje o que pueden no tener el mismo punto de vista. Les amarás y estarás con ellos, pero tan frecuentemente como sea posible, busca a quienes sean de mentalidad parecida para que te apoyen como tú a ellos.

Tú eres muy fuerte, así que no te va a perjudicar estar con otros que tengan puntos de vista diferentes, pero vas a querer volver a un punto donde puedas soltar un poco la coraza que te has colocado por muchas vidas y puedas tan sólo estar con los amigos porque te aman, te comprenden, saben qué está sucediendo verdaderamente; no lo que parece estar sucediendo sino lo que está sucediendo verdaderamente. Algunos de los cambios van a ser grandiosos. Van a ser todos para bien, aún cuando a veces puedan no parecerlo. Y si estás con amigos y puedes afirmar que, “También esto evolucionará hacia la realización del Cristo”; entonces, lo que sea que pase va a asumir una apariencia diferente, bastante literalmente en algunos casos.

No hay nada verdaderamente que temer. Oye bien eso, porque una vez que te aferras a esa idea, a esa Verdad de tu ser, que no hay nada, verdaderamente nada que temer, el miedo afloja su poder. El miedo ha sido tu compañero por muchas vidas, y has aprendido cómo acorazarte porque creíste que había algo ahí afuera que era más fuerte que tú.

En primer lugar, no hay nada “ahí afuera”. Todo está en tu consciencia. Además, no hay nada que puedas causar que vaya a hacerte daño, porque eres tú quien lo está creando. Y si lo eres, y yo te garantizo que eres tú el que lo está creando, puedes des-crearlo tan pronto como el miedo, desterrado del escenario, ya no sea necesario.

El miedo no es una verdad. Es una verdad con ‘v’ minúscula, pero no es la Verdad con ‘V’ mayúscula. El miedo es algo que ustedes han creado para aventurar, para tener la ráfaga de adrenalina. No hay nada fuera de ti y no hay nada contra lo que necesites defenderte.

Uno de los grandes cambios que vienen este año es la liberación del miedo. El miedo ya no tiene poder sobre ustedes. Sólo tiene poder mientras ustedes le den poder y piensen que pueda ser verdad, pero no lo es.

La única Verdad de tu ser es que eres energía, energía que Yo he llamado Amor. Yo he comparado esa energía al amor, porque cuando estás enamorado, sientes que te expandes. Y cuando estás enamorado de alguien, olvidas el pequeño yo y sólo estás interesado en la otra persona. Por un momento o más, te encuentras olvidándote de ti mismo y de la coraza que pensaste era necesaria, y sientes que eres Uno con la persona que está de pie ante ti. Sólo conoces el Amor.

El amor es expansivo, el amor es energía, y tú eres energía. Siempre has sido energía, y siempre has hecho la elección de cómo usar esa energía, cómo moldearla y darle forma. Y entonces, a medida que has creado, te has encontrado enamorado de tus creaciones, hasta el punto en que sentiste que tenías que defender esas creaciones. Has sentido que tal vez algo podría llegar y derribar tu castillo de arena o lo que fuere que hayas creado; y así, comenzaste a identificarte con tus creaciones, hasta el punto que has olvidado que en primer término tú creaste esas creaciones.

Eso ha sido llamado “la caída de la gracia”, la caída del recuerdo de que “Yo soy el Ser Divino que creó esto en primer lugar”. Eso ha sido la caída a la densidad. Y ahora estás elevándote fuera de ella porque ya has tenido suficiente. Tú no eres vulnerable. El sagrado niño no necesita nunca ser defendido. El sagrado niño no es vulnerable. El sagrado niño es Energía.

Ahora estás en el punto en que estás despertando al Cristo en ti, despertando al punto en que conoces tu poder; no en la forma en que el mundo dictamina el poder; es decir en una dualidad. En el mundo, un día puedes tener el poder y perderlo al siguiente, aparentemente.

Pero el verdadero poder en ti yace en tu comprensión del Cristo en ti, que nunca se ha perdido. Has tenido muchas aventuras, pero nunca has estado perdido. Aún más, nunca has pecado. Has hecho elecciones, y has vivido con el resultado de esas elecciones y has continuado haciendo otras elecciones; pero en Verdad, verdaderamente, nunca has pecado. Has jugado, lo mismo que cuando observas a los chicos mientras juegan en el patio o juegan en un equipo diferente. Ellos hacen elecciones. Tal vez se suban a las barras de los monos, y tal vez se caigan. Pero se levantan, se sacuden el polvo, puede ser que lloren un poco porque quieren que alguien reconozca quiénes son y que algo les ha sucedido. Y entonces, ¿qué hacen ellos? Salen corriendo y lo hacen de nuevo una y otra vez. Tú has hecho lo mismo en tus vidas. Has pasado por aventuras.

No eres sólo el cuerpo. De hecho, eres mucho más que el cuerpo. Cuando vuestros científicos encuentran la forma de medir el aura, lo cual están haciendo ahora, ven que ustedes no terminan con la piel. La piel es parte del cuerpo; es uno de los órganos del cuerpo. Ocurre que está en la parte de afuera. Pero lo físico no es todo lo que eres, y el cuerpo no se activa él mismo. Tú activas el cuerpo, y la Luz que eres es extensa.

En verdad, la energía divina en ti, el Cristo en ti, se extiende aún más allá de lo que puedes imaginar. Eres parte del mismo cosmos. El cosmos, las constelaciones, todo lo que vuestros científicos están ahora trayendo a vuestro conocimiento, está allí sólo debido a ti.

Te estoy exponiendo ideas para que puedas entender que no tienes nada que temer. Como un sabio dijo: “No hay nada a que temer más que al temor mismo.” Y una vez que llegas a comprender que no hay nada a que temer - y no lo hay - eres libre. No tienes que preocuparte de si el cuerpo te abandona. No tienes que preocuparte de si los amigos, los compañeros de trabajo, los empleadores te decepcionan. No tienes que preocuparte de si los líderes y el gobierno te defraudan. Puedes dejarles ir y jugar sus propios juegos, porque tu sistema de creencias, tu consciencia sabe que estás bien y que siempre estarás bien.

No necesitas el empleo, a alguien más que te esté dando instrucciones para poder ganar las monedas doradas. Si no estuvieses en ese empleo, estarías sirviendo en alguna otra parte, porque para eso es que es la vida: para amar, servir, y recordar. Así que, si no estuvieses donde estás, estarías en algún otro lugar, sirviendo y amando, y habría un intercambio de energía, porque tiene que haberlo. Nunca hay un vacío. Siempre hay un intercambio de energía.

Ahora, no estoy diciendo que vayas el día de mañana o pasado y le digas a tu empleador, “Oye, ya no te necesito realmente. Yeshua dice que soy libre de hacer mis propias elecciones; así que creo que sencillamente me iré.” No estoy diciendo eso para nada. Estoy diciendo agradecer donde estás y comprender y saber que sirves voluntariamente. Y sí, tiene que haber un intercambio de energía. La naturaleza, tu verdadero ser, no permite un vacío. Tiene que haber un intercambio de energía. Así que, a donde quiera que vayas, donde quiera que sirvas, va a haber un intercambio de energía. Puede ser en la forma de las monedas doradas, o puede ser de otra forma, pero siempre hay un intercambio.

Tu responsabilidad es estar consciente de que hay un intercambio y que, aun cuando pueda no parecer las monedas doradas, habrá un intercambio; tiene que haber un intercambio. Nada se hace nunca en un vacío. Y entonces comienzas a comprender que las formas en que se te está pagando, el intercambio de energía, pueden ser tan variadas como los granos de arena en la playa - muchas, muchas formas diferentes en que puede regresar a ti, y lo hará.

Nunca estarás sin nada. A veces puede parecer un poco apretado, pero nunca estarás sin nada. Siempre se te cuidará, porque has ordenado que se te cuide.

Nunca estarás perdido. Algunos temen abandonar el cuerpo porque se preguntan, “¿A dónde voy? ¿Tendré aún consciencia? ¿Estaré perdido, a la deriva en el vacío en alguna parte?” No, siempre tendrás consciencia. Siempre te conocerás a Ti mismo - al Ser superior, con S mayúscula - y de hecho, muchos que despiertan después de haber liberado el cuerpo se sienten muy contentos porque se sienten libres. Se expanden.

La luz al final del túnel es tu propia luz, y te expandes hacia esa luz. No hay nada que temer. Ahora, no estoy diciendo este mensaje porque vayas a liberar el cuerpo pronto. De hecho, no vas a hacerlo porque hay mucho trabajo por hacer. La siega es grande, y se necesita mucho de los labradores.

Así que no vas a abandonar el cuerpo mientras haya aún trabajo por hacer. Pero cuando llegues al momento de saber que esta encarnación ha concluido, no habrá nada que temer. Todo va a ser sólo alegría, Luz, expansión - pero no aún, porque te necesito para hacer mi trabajo. Tú eres mis manos, mis pies, mi sonrisa, mis palabras de confort para quienes no pueden verme, quienes puede ser que no tengan aún el sistema de creencias que les permita saber que no están solos.

Algunos de ellos me invocan, y a mi madre, María, y quieren ser reconfortados. Pero cuando respondemos - y siempre estamos allí con ellos, contigo, con todos y cada uno - no nos escuchan, porque hace mucho tiempo se les dijo que no eran dignos de conocer la Unidad, que no eran dignos de que sus oraciones fuesen respondidas, que si no pagaban a los sacerdotes y a los rabinos, si no hacían sacrificios en el sagrado templo, entonces sus oraciones no tendrían ningún valor. Se les enseñó eso en muchas vidas.

Así que cuando nosotros respondemos, ellos piensan que no puede ser, porque aún me ven en la cruz. Yo no estoy en la cruz. Yo sólo permanecí allí por unas pocas horas. Eso fue suficiente tiempo. Entonces bajé de allí, resucité el cuerpo - sabía que era energía - y caminé entre ustedes de nuevo para probarles, para demostrarles que ustedes son la vida misma. Ella no puede ser extinguida. Yo no me extinguiré. La Vida puede cambiar de forma, pero la Vida misma no puede extinguirse; así que no hay nada que temer; sólo gozo.

Tú eres Vida; siempre lo has sido y siempre lo serás en una forma u otra; siempre sirviendo a la Luz, porque eres Luz y reconoces eso que eres.

Y reconoces a otros que están comenzando a despertar a la Luz que son. Celebras la Luz con ellos. Es por eso que te digo, busca a personas de entendimiento similar y está con ellos tanto como sea posible, porque el sentimiento de la Luz y la consciencia de la divinidad en ti se expanden conforme reafirmas la Verdad de tu Ser.

Si te rodeas de - usaré uno de vuestros términos aquí - gente negativa, sabes cómo se siente eso. Se siente pesado, constrictivo. Ese tipo de energía tiene aún que despertar al Todo que es.

Así que, tanto como sea posible, busca a quienes estén preparados para tener alegría en su vida, para conocer la inocencia, para jugar, reír, cantar, para celebrar verdaderamente el nacimiento del Cristo. Es el Cristo que despierta quien lee estas palabras. Tú has predestinado que en algún punto del tiempo lineal conocerías al Cristo en ti, y este es el momento.

Así sea.”

Yeshua ben Yosef (Jesús) expresándose a través de Judith Coates

www.oakbridge.org

Traducción y edición: Oscar Jose Salazar

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